Artritis de mano: síntomas, causas y tratamiento

¿De qué se trata?

Se trata de una inflamación que afecta a los distintos elementos que constituyen una articulación (zona donde se unen dos o más huesos y que permite realizar movimientos).

Se manifiesta con dolor localizado en la articulación afectada, acompañado de una disminución del movimiento de la misma articulación y suele empeorar con la edad.

Las artritis más comunes son la artrosis y la artritis reumatoide. En la artrosis el cartílago, que es el revestimiento de los huesos en las zonas articulares y permite que se deslicen por la articulación para realizar el movimiento, se desgasta e incluso puede desaparecer.

Síntomas de artritis de mano

·     Articulaciones afectadas presentes

·     Dolor

·     rigidez con disminución del movimiento articular total

·     Edema (hinchazón)

·     Enrojecimiento

·     Calor

·     Deformidad articular (en casos avanzados)

Causas de artritis de mano

Las dos causas más comunes de artritis dañan la articulación de formas diferentes.

Artrosis: En esta situación se produce un desgaste del cartílago, el revestimiento de los extremos de los huesos en las zonas articulares. Este revestimiento permite que los huesos no sólo se deslicen suavemente produciendo el movimiento, sino también la distribución y disipación de la energía generada en movimientos de mayor intensidad, como los saltos, evitando así las lesiones. Si este revestimiento se deteriora, lo que ocurre con el paso de los años o tras fracturas que afectan a los huesos de las zonas articulares, esguinces graves o infecciones articulares, el hueso roza con el hueso causando dolor y disminución del movimiento de la articulación afectada.

Artritis reumatoide: en esta enfermedad, el organismo ataca el tejido que recubre el interior de las articulaciones (se denomina membrana sinovial y equivale a la pintura de la pared de un dormitorio). Esta membrana se inflama, se enrojece y se hincha. A medida que aumenta la inflamación de la membrana, lo que ocurre en la progresión de la enfermedad, el cartílago y el hueso se destruyen gradualmente.

Los factores de riesgo de la artritis son:

Antecedentes familiares: Algunos tipos de artritis tienen un componente familiar, lo que significa que si los padres o hermanos padecen la enfermedad existe un mayor riesgo de desarrollarla que la población general.

·     Edad: El riesgo de desarrollar la mayoría de los tipos de artritis aumenta con la edad.

·     sexo: la artritis reumatoide afecta más a las mujeres, la gota afecta más a los hombres

·     Lesiones articulares previas: cualquier articulación que haya sufrido una fractura o un esguince grave se desgasta prematuramente, lo que conduce tarde o temprano a la artrosis.

·     Obesidad: El aumento de peso sobre una articulación provoca un desgaste prematuro, especialmente en las articulaciones que la sostienen como las rodillas, caderas, tobillos y columna vertebral, por lo que la obesidad está directamente relacionada con la artritis.

Diagnóstico de artritis de mano

El diagnóstico se realiza observando las articulaciones, buscando hinchazón, enrojecimiento, calor y evaluando el movimiento.

La evaluación médica puede completarse con análisis (de la sangre o incluso del líquido presente en la articulación) y radiografías (donde es posible identificar la pérdida de cartílago, la destrucción ósea y la formación de osteofitos, comúnmente llamados "picos de loro").

Puede ser necesario, no para el diagnóstico sino para la definición del plan de tratamiento, realizar una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética o una ecografía. Cubierto por un seguro de salud.

Tratamiento de artritis de mano

·     Medicación: Existen varios medicamentos para controlar el dolor y la inflamación. Pueden utilizarse como tratamiento definitivo si cumplen los objetivos del tratamiento y permiten al paciente realizar sus actividades cotidianas sin molestias o sólo con molestias residuales.

·     Fisioterapia: Puede promover el alivio en algunos tipos de artritis principalmente disminuyendo el proceso inflamatorio y promoviendo el fortalecimiento muscular. Durante el curso del tratamiento pueden utilizarse férulas para el reposo articular.

·     Cirugía: Si el tratamiento conservador (medicación y fisioterapia) no funciona, se recomienda la cirugía. Las opciones quirúrgicas se adaptan a la patología y al paciente:

·     Lavado articular: Suele realizarse con 2 a 4 pequeñas incisiones que permiten la colocación de instrumentos en el interior de la articulación a través de los cuales se puede proceder al lavado de la articulación, retirada de cuerpos libres (fragmentos de cartílago que se han desprendido entretanto) y tejido inflamatorio. Una opción válida en las primeras fases de la artritis o como forma de posponer una intervención quirúrgica más agresiva.

·     Sustitución articular (artroplastia): En este método, se retiran las superficies dañadas y se sustituyen por una prótesis o un espaciador (artificial o construido a partir del tendón del propio paciente) para eliminar el dolor y conservar el movimiento.

·     Fusión articular (artrodesis): En esta técnica se promueve la eliminación de la articulación, retirando el extremo de los dos huesos y estableciendo, mediante la colocación de placas y/o tornillos, la unión de los dos huesos. Al eliminar el movimiento de la articulación, desaparece el dolor desencadenado por el movimiento. Inevitablemente, esta técnica elimina el movimiento de la articulación bloqueada, permitiendo el uso de la mano y el brazo.